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domingo, 13 de junio de 2010

ENERGÍA DIVINA




En los seres humanos palpita una energía divina. El poder de esta energía impregna todo nuestro ser y nos permite realizar todas las funciones del vasto repertorio de los pensamientos y conductas humanas. En esta energía divina existen dos aspectos.
El aspecto externo hace que el corazón lata, los pulmones se hin¬chen y los sentidos funcionen: en esencia, mantiene vivos nuestros cuerpos. El aspecto interno de esa energía está dormido, pero podemos despertarlo.
Este universo interno es más vasto que el externo. El júbilo interior hace que codo el júbilo que se experimenta en el mundo de los sen¬tidos parezca carente de significado. Cuando se experimenta esa luz interna, añade a la vida una brillantez que no se parece a nada que pue¬dan describir las palabras.
Cuando uno descubre su yo más sublime, experimenta esa energía interior y permite que guíe su vida. El adjetivo más corriente para des-cribir esta fuerza interna es «espiritual».
Cuando hablo de espiritualidad y de ser espiritual, describo una actitud hacia Dios, un viaje interior de iluminación. Hablo de desarro-llar las cualidades divinas de amor, perdón, bondad y éxtasis que tene-mos dentro. Según mi interpretación, la espiritualidad no es cuestión de dogmas ni de reglas. Es luz, júbilo y concentración en la experien¬cia del amor y el éxtasis internos, y transmitir esas cualidades al exte¬rior. Al viaje destinado a descubrir su yo más sublime lo llamo «bús¬queda sagrada».
wayner .w .Dyer

ANIMARSE A VOLAR



..Y cuando se hizo grande, su padre le dijo:
-Hijo mío, no todos nacen con alas. Y si bien es cierto que no tienes obligación de volar, opino que sería penoso que te limitaras a caminar teniendo las alas que el buen Dios te ha dado.
-Pero yo no sé volar – contestó el hijo.
-Ven – dijo el padre.
Lo tomó de la mano y caminando lo llevó al borde del abismo en la montaña.
-Ves hijo, este es el vacío. Cuando quieras podrás volar. Sólo debes pararte aquí, respirar profundo, y saltar al abismo. Una vez en el aire extenderás las alas y volarás...
El hijo dudó.
-¿Y si me caigo?
-Aunque te caigas no morirás, sólo algunos machucones que harán más fuerte para el siguiente intento –contestó el padre.
El hijo volvió al pueblo, a sus amigos, a sus pares, a sus compañeros con los que había caminado toda su vida.
Los más pequeños de mente dijeron:
-¿Estás loco?
-¿Para qué?
-Tu padre está delirando...
-¿Qué vas a buscar volando?
-¿Por qué no te dejas de pavadas?
-Y además, ¿quién necesita?
Los más lúcidos también sentían miedo:
-¿Será cierto?
-¿No será peligroso?
-¿Por qué no empiezas despacio?
-En todo casa, prueba tirarte desde una escalera.
-...O desde la copa de un árbol, pero... ¿desde la cima?
El joven escuchó el consejo de quienes lo querían.
Subió a la copa de un árbol y con coraje saltó...
Desplegó sus alas.
Las agitó en el aire con todas sus fuerzas... pero igual... se precipitó a tierra...
Con un gran chichón en la frente se cruzó con su padre:
-¡Me mentiste! No puedo volar. Probé, y ¡mira el golpe que me di!. No soy como tú. Mis alas son de adorno... – lloriqueó.
-Hijo mío – dijo el padre – Para volar hay que crear el espacio de aire libre necesario para que las alas se desplieguen.
Es como tirarse en un paracaídas... necesitas cierta altura antes de saltar.
Para aprender a volar siempre hay que empezar corriendo un riesgo.
Si uno quiere correr riesgos, lo mejor será resignarse y seguir caminando como siempre.
Jorge Bucay

ELIGE




Afirmaciones para las mujeres




Estoy descubriendo lo maravillosa que soy.
Veo en mi interior a un ser magnífico.
Soy sabia y hermosa. Amo lo que veo en mí.
Elijo amarme y disfrutar Soy una mujer independiente.
Soy responsable de mi vida. Amplio mis capacidades.
Soy libre de ser todo lo que puedo ser.
Tengo una vida fabulosa.
Mi vida está llena de amor En mi vida el amor empieza conmigo.
Tengo dominio sobre mi vida.
Soy una mujer poderosa.
Soy digna de amor y respeto.
No estoy sometida a nadie; soy libre.
Estoy dispuesta a aprender nuevas maneras de vivir Vuelo con mis propias alas.
Acepto y uso mi poder.
Estoy en paz con el hecho de no tener pareja.
Disfruto esté donde esté.
Me amo y me valoro.
Amo y apoyo a las mujeres de mi vida y disfruto con ellas.
Mi vida me satisface profundamente.
Exploro iodos los muchos caminos del amor.
Me encanta ser mujer.
Me encanta estar viva en este punió del tiempo y el espacio.
Lleno de amor mi vida. Acepto el regalo del tiempo que paso sola.
Me siento totalmente completa y sana.
Estoy a salvo y todo está bien en mi mundo.
Soy una mujer poderosa, infinitamente digna de amor y respeto.
Louise L. Hay