Buscar este blog

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Que haya más alegría y más risa


Cada alma tiene que tomar un sendero diferente para alcanzar la meta. No hay
dos senderos idénticos. Busca tu propio y único camino y síguelo con una fe
ciega.
Yo doy mis dones especiales a cada uno de vosotros y no hay dos iguales.
Atesora esos dones y úsalos por completo.
Cada día creces como una semilla minúscula, expandiéndote, dejando lo viejo
y profundizando las raíces. Encuentra tu seguridad en Mí y en Mi Amor,
haciendo brotar pequeños pimpollos que deben ser atendidos con el mayor
cuidado. No pueden ser probados más allá de sus fuerzas hasta que estén
establecidos fuertes y firmes. Toda alma que ha elegido andar por los caminos
del Espíritu puede ser examinada y sometida a prueba, debe atravesar el calor
más ardiente para que se queme todo el desperdicio y solamente quede el oro
más puro. Agradece por cada examen y cada prueba. A medida que cada uno
es enfrentado y vencido, te encuentras nuevamente a lo largo del sendero
espiritual siempre más cerca de la meta.
Que haya más alegría y más risa en tu vida.
DIOS ME HABLÓ
Eileen Caddy

sábado, 13 de noviembre de 2010

Los orígenes de las vacas




Los orígenes de las vacas
Las vacas con que cargamos a cuestas no se generan porque deliberadamente nos hayamos puesto en la tarea de aprenderlas. Es más, tan absurdo como pueda parecer, ellas son el resultado de intenciones positivas. Detrás de todo comportamiento, sin importar que tan autodestructivo pueda parecer, subyace una intención positiva con nosotros mismos. Nosotros no hacemos cosas simplemente por causarnos daño, sino porque creemos que de alguna manera estamos derivando un beneficio de ello.
Por ejemplo, la persona cuya vaca es: “El día en que decida que quiero dejar de fumar, lo dejo sin ningún problema. Lo que pasa es que no he querido”, utiliza este autoengaño para proteger su baja autoestima y ocultar su incapacidad para deshacerse de dicho vicio.
Su vaca le da cierta sensación de que está en control de su vicio y no su vicio en control de ella. ¿Te das cuenta del peligro de una vaca como esta? Literalmente puedes cargar con este vicio toda tu vida, sin nunca sentirte mal de tu impotencia para corregirlo.
Muchas de las creencias limitantes que arrastramos con nosotros a lo largo de nuestra vida, han sido el resultado de buenas intenciones. Observa lo fácil que se adquiere una vaca. Digamos que esta vaca suena así: “Yo no sirvo para esto.”
Esta vaca es muy común entre las personas. Mira como comienza esta vaca de manera casi inconsciente. La persona aprende a hacer bien una tarea, una profesión o un oficio. Disfruta haciéndolo, desarrolla un talento especial para ello y después de algún tiempo piensa: “Esto es para lo que sirvo”.
¿Te das cuenta de lo que acaba de suceder? Al llegar a esta conclusión, a esta realización, sin quererlo la persona comienza a pensar que quizás, ese es su talento, su llamado en la vida, su verdadera y única vocación. Asume que en ninguna otra área podrá ser tan efectiva como en ésta, y deja de buscar su desarrollo en otras áreas. Comienza a dar excusas (vacas), encuentra razones para explicar sus limitaciones, hace afirmaciones tales como:
Yo no sirvo para eso.
Yo siempre he sido así.
No nací con el talento para aquello.
No tengo el cuerpo que se necesita para eso.
No poseo la personalidad adecuada.
Y así, inadvertidamente crea limitaciones que no le permiten expandir su potencial. Pero el problema no son las personas, sino sus programas mentales, sus pensamientos.
¿Si ves? Estas son vacas, porque no es que creas que no eres bueno para nada. Lo que crees es que eres bueno para un sola cosa y que lo demás, no es algo para lo cual tengas un talento innato.
Tu vaca de: “para esto es que soy bueno”, te da cierto sentido de tranquilidad, porque sabes
que por lo menos para una cosa eres bueno. Pero lo cierto es que tú tienes la capacidad de ser bueno para muchas otras cosas. Sin embargo, nunca lo vas a descubrir a menos que mates tu vaca de “para esto es que sirvo”.
Otras limitaciones (vacas) son el resultado de experiencias pasadas que ya no tienen validez. A lo mejor, cuando tenías seis años te pidieron que pasaras a recitar una poesía frente a la clase y tu profesor se rió, o algunos compañeros se burlaron de ti, lo cual, como es de esperarse, te hizo sentir mal y desde ese momento dejaste de recitar o hablar en público, para evitar pasar por más vergüenzas frente a tus compañeros de clase y para evadir las críticas de los demás.
Después de muchos años de permitir que esta vaca creciera y se engordara en el establo de tu mente, llegaste a aceptar que hablar en público no era una de tus aptitudes, que no tenías el talento para hacerlo.
Hoy, con cuarenta años de edad, cuando alguien te pide que realices una breve presentación en tu trabajo, o que hables cinco minutos del proyecto en el cual estás trabajando, tú dices: “Mira, pídeme que redacte todo el trabajo, si deseas lo escribo y lo imprimo, o si quieres realizo toda la investigación necesaria, pero no me pidas que me pare frente al grupo (que son seis personas) y hable, así solo sean cinco minutos, porque en ese campo mis habilidades son cero”.
Es posible que lleves más de treinta años sin tratar de hacerlo, pero tú asumes que tus aptitudes para hacerlo deben ser las mismas que cuando tenías seis años, lo cual es absurdo, por supuesto.
Así permitimos muchas veces que una vaca que se encuentra en nuestra mente hace muchos años y que hoy posiblemente no tenga ninguna validez, nos diga qué podemos hacer y qué no.
Lo que quiero que entiendas es que muchas de las limitaciones (vacas) que tienes en este momento no son físicas, ni tienen que ver con tu capacidad mental, tus dotes o tus talentos, sino con creencias limitantes, que en su mayoría son ideas erradas acerca de tu verdadero potencial y de lo que es o no es posible.
Recuerda que toda idea errada que mantengamos en nuestro subconsciente por largo tiempo y validemos con nuestras acciones, se convierte en una forma de auto-hipnosis.
Esto es precisamente lo que detiene a muchas personas para triunfar. A través de esta forma de auto-hipnosis ellas han archivado en su mente toda una serie de falsas creencias e ideas que, quizás en algún momento fueron válidas, pero ahora ya no lo son. Sin embargo, puesto que aún no han sido borradas, continúan ejerciendo su efecto limitador.

viernes, 12 de noviembre de 2010

CORRIENDO, TROTANDO Y NADANDO



Es natural y fácil mantenerte alerta mientras estás en movimiento…cuando estás solo, sentado en silencio…lo natural es quedarse dormido.
Cuando estás tendido en tu cama es muy difícil mantenerte alerta, por la situación entera te ayuda a quedarte dormido. Pero en movimiento obviamente, no puedes quedarte dormido: funcionas en forma más alerta…el único problema es que el movimiento puede volverse mecánico.
Aprende a mezclar tu cuerpo, mente y alma.
Encuentra formas en que puedas funcionar como una unidad. Esto les sucede muchas veces a los corredores.
Puede que no concibas el correr como una meditación, pero los corredores han tenido a veces una experiencia tremenda de meditación; y se sorprendieron, porque no la estaban buscando.

¿Quién piensa que un corredor va a experimentar a Dios? Más esto ha sucedido.
Ahora, más y más, el correr se ha convertido en un nuevo tipo de meditación. Puede suceder cuando corres.
Si alguna vez has sido un corredor…si has disfrutado corriendo en la mañana temprano…cuando el aire está fresco y joven y el mundo entero está levantándose del sueño, despertando…
Estabas corriendo y tu cuerpo estaba funcionando hermosamente…el aire fresco…el mundo nuevo naciendo otra vez de la oscuridad de la noche, todo cantando alrededor, te estabas sintiendo tan vivo… Llega un momento en que el corredor desaparece y sólo queda el correr.
El cuerpo, la mente y el alma comienzan a funcionar al unísono: de pronto, un orgasmo interno es liberado.
Los corredores podrán alcanzar accidentalmente la experiencia del cuarto estado, Turiya, y no darse cuenta, creer que sólo fue por estar corriendo que disfrutaron el momento.
Era un hermoso día, el cuerpo estaba saludable y el mundo era hermoso: fue sólo un estado de ánimo determinado. Ellos no van a darse cuenta de esto, pero si se dan cuenta, mi propia observación es que un corredor puede acercarse a la meditación más fácilmente que cualquier otra persona.
Trotar puede ser de inmensa ayuda, nadar puede ser de inmensa ayuda. Todas estas cosas deben ser transformadas en meditaciones.
Abandona los viejos conceptos acerca de las meditaciones: que sólo es meditación estar sentado bajo un árbol en una postura yoga…esta es sólo una de las formas, que puede ser adecuada para unas pocas personas, pero no es adecuada para todos…para un niño pequeño esto no es meditación, es tortura…para un hombre joven que está vivo y vibrante, esto es represión, no es meditación.
Comienza a correr en el camino por la mañana: comienza con unos 800 metros, luego un kilómetro y medio y llega eventualmente a por lo menos cinco kilómetros.
Mientras corres, usa el cuerpo completamente. No corras como si estuvieras en una camisa de fuerza. Corre como un niño pequeño, utilizando todo el cuerpo, manos y pies, y corre…
Respira profundamente y desde tu vientre…entonces siéntate bajo un árbol, descansa, suda y deja que venga el fresco de la brisa; siéntate en paz. Esto te va a ayudar muy profundamente.
A veces, simplemente párate en la tierra sin zapatos y siente la frescura…la suavidad…la tibieza. Cualquier cosa que la tierra esté lista a dar en ese momento, sólo siéntelo y deja que fluya a través de ti. Y permite que tu energía fluya a la tierra. Conéctate con la tierra.
Si estás conectado con la tierra estás conectado con la vida…si estás conectado con la tierra, estás conectado con tu cuerpo…Si estás conectado con la tierra te volverás muy sensitivo y centrado, y eso es lo que es necesario.
Nunca te conviertas en un experto en correr; permanece un amateur, de manera que el estado de alerta se mantenga.
Si sientes alguna vez que el correr se ha vuelto automático, déjalo de lado; intenta la natación. Si eso se vuelve automático, entonces el baile.
Lo que debes recordar es que el movimiento es sólo una situación para crear un estado de alerta. Mientras produzca un estado de alerta, es bueno. Si deja de crear estado de alerta, deja de ser útil. Prueba otro movimiento, donde tengas nuevamente que estar alerta.
Nunca permitas que una actividad se vuelva automática.